Hace 27 días Colombia entró en la fase de aislamiento preventivo obligatorio, para ser más precisos, el 25 de marzo, el cual iba hasta el 13 de abril pero fue extendido hasta el 27 del mismo mes en mención para continuar aplanando la curva.
Desde el día 1, el Gobierno Nacional decretó a través de la norma 457 que 34 actividades se podrían realizar durante la cuarentena entre las que están la asistencia y prestación de servicios de salud, la adquisición de bienes de primera necesidad, desplazamiento a servicios bancarios, entre otros.
Sin embargo, el 8 de abril, a través del decreto 531 agregó la excepción número 35, la cual cobija a quienes trabajan en todo lo relacionado con obras de infraestructura de transporte y obra pública, así como la cadena de suministros de materiales e insumos relacionados con la ejecución de las mismas.
La pregunta que se han hecho muchas personas y sectores es, ¿qué pasará después del 27 de abril? El presidente, Iván Duque, ha dicho que se retomará la productividad, pero ha sido claro en que la vida social, no. Al cierre de esta edición no había especificado qué sectores de la economía tendrían la suerte de la excepción 35 y se reactivarían.
De acuerdo con expertos consultados, el próximo renglón productivo que podría reactivarse, cumpliendo con protocolos sanitarios y de distanciamiento entre el personal, es el de la construcción por su importancia en la economía.
Según datos del Dane, de 22,3 millones de ocupados que tuvo el país durante el año pasado, el sector constructor ocupó a 1,5 millones de personas, es decir, participó con 6,8% del total del empleo nacional. Además, de acuerdo con datos de la entidad, dicho renglón aporta casi el 8% del PIB total, siendo el quinto de mayor peso.
Para Mauricio Santamaría, presidente de Anif, deben salir a trabajar los sectores donde hay menos probabilidad de contagio y que además tienen un impacto sobre el empleo y sobre el PIB. Entre estos citó la construcción, dado que en su mayoría trabajan al aire libre y las personas podrían mantener la distancia para evitar el contagio.
“Para que trabajen deben seguir todas las recomendaciones sanitarias que impongan las autoridades y los mismos sectores para sus protocolos”, agregó.
Santamaría además dijo que hay otros sectores que se han visto seriamente afectados y podrían empezar a reactivarse con medidas diseñadas para ello. “Por ejemplo, los restaurantes pueden tener menos mesas y a la entrada se le puede tomar la temperatura a las personas. Los meseros deben tener máscaras, guantes, igual los que cocinan. Es decir, cada sector productivo tiene que diseñar sus propios protocolos”, expuso.
Por su parte, José Ignacio López, jefe de investigaciones económicas de Corficolombiana, comentó que “el sector de la construcción, se debería ir abriendo después del 27 de abril, sin problema, bajo ciertas restricciones sobre la cantidad de trabajadores que pueden estar en espacios abiertos”.
Para López, también hay que mirar paulatinamente cómo se abre el comercio con ciertas restricciones al número de gente que se pueda congregar en un mismo momento ya sea en un centro comercial o en una tienda.
“Creo que lo que tenemos por ahora son criterios de minimizar el riesgo, maximizar el empleo, la producción y sectores que tienen más encadenamientos, esos son los principios rectores”, añadió.
Según Juan Camilo Cárdenas, decano de Economía en la Universidad de Los Andes, “una estrategia viable y cautelosa es comenzar a hacer seguimiento cuidadoso con pruebas de la covid-19 repetidas en sectores específicos. Por ejemplo, en construcción, si por zonas se reactivan obras y se hace seguimiento a esos trabajadores, con medidas de distanciamiento físico bien manejadas, se puede ir evaluando obra por obra lo que pueda ir pasando 3 semanas después e ir mirando hasta dónde la tasa de contagio se va afectando”.
Para Carlos Sepúlveda, decano de Economía de la Universidad del Rosario, en términos generales se debe priorizar, por un lado, sectores que tengan cierto aislamiento en sus actividades, que no tengan tanto contacto con la gente. Entre estos citó los renglones de manufactura, agricultura, infraestructura y construcción.
“Sectores de tecnología, de sistemas de información y administrativos con cierto grado de regulación en las actividades, también se pueden reactivar, permitiendo componentes de trabajo en casa altos”, dijo Sepúlveda.
De acuerdo con Sandra Forero, presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), “como sector estamos preparados para aplicar los estrictos protocolos de trabajo en obra y suministro de materiales que nos permitan entrar de nuevo en operación oportunamente”.
A lo anterior añadió que el protocolo del sector ya fue adoptado mediante una circular conjunta del Gobierno Nacional y que los empresarios ya se están preparando con los insumos, capacitación y demás acciones para implementarlo detalladamente. Este cumple con medidas preventivas, de bioseguridad, higiene, de comportamiento social dentro y fuera de entornos de trabajo, dijo Forero.
BICICLETA, ALIADA EN LA POSCUARENTENA
Según López, hay unos sectores que se podrían liberar sin tantas dificultades, “creo que el cuello de botella o lo más difícil es el tema del transporte público, por eso considero que para la reapertura de la economía, se debería implementar ciclorutas permanentes, además levantar el pico y placa y tratar de asegurar que haya la menor congestión posible en los transportes masivos públicos como en Transmilenio”.
Para Cárdenas, el uso de la bicicleta por una cantidad de trabajadores del sector (construcción) puede reducir el contagio si se compara con el transporte público.
10 MEDIDAS QUE VIENEN
El presidente, Iván Duque, dio a conocer un decálogo de medidas que se tendrán después del 27 de abril. Primero: los niños y jóvenes deben estar en su casa como mínimo hasta el 30 de mayo. Segundo: los adultos mayores de 70 años también estarán aislados hasta mayo. Tercero: personas con enfermedades base también se quedarán en casa. Cuarto: se mantendrá el cierre de fronteras. Quinto: vuelos nacionales seguirán cerrados. Sexto: no se reabrirán eventos públicos, ni discotecas. Séptimo: más teletrabajo. Octavo: uso de tapabocas. Noveno: garantizar protección en transporte público. Décimo: no habrá vida social.
