Tras la suspensión del subsidio Mi Casa Ya, que en 2024 entregó más de 50.000 apoyos para la compra de Vivienda de Interés Social (VIS), muchos compradores temen que su plan de adquirir casa propia se frustre. Sin embargo, expertos afirman que aún es posible lograrlo gracias a alternativas como los subsidios de las cajas de compensación de hasta $42,7 millones, programas de vivienda de algunas alcaldías y esquemas de financiación más flexibles de bancos y constructoras, que ofrecen créditos o leasing habitacional de hasta el 90% del valor del inmueble y permiten pagar la cuota inicial en plazos de hasta 30 meses.
Según datos de la Superintendencia del Subsidio Familiar, en 2025 las cajas de compensación entregarán 14.506 subsidios de vivienda en todo el país, cifra que se mantiene estable frente a la incertidumbre del subsidio nacional. A mayo de este año, estas entidades ya habían superado su meta de mitad de año, con más de 6.600 ayudas otorgadas.
De acuerdo con Esteban Marin Lenis, experto del sector inmobiliario y CEO de Constructora Maring, el valor que una familia puede recibir por estos subsidios es considerable, alcanzando hasta $42.705.000 (equivalentes a 30 salarios mínimos mensuales legales vigentes) en 2025, y se espera que esta cifra continúe incrementándose en los próximos años. Este beneficio aplica siempre que el ingreso total del grupo familiar no supere los cuatro salarios mínimos mensuales legales vigentes (SMMLV).
Por otro lado, el acceso a la financiación también ha mejorado, con entidades que han aumentado el porcentaje de cobertura en sus préstamos para vivienda.
“Hoy es mucho más fácil acceder a créditos hipotecarios o leasing habitacional, donde los bancos prestan hasta el 90% del valor de la casa. Esto significa que un comprador sólo necesitará el 10% para la cuota inicial. Incluso, hay constructoras que ofrecen planes para pagar esa cuota inicial en plazos de hasta 30 meses”, afirma.
A esto se suman subsidios ofrecidos por algunas alcaldías, destinados a la adquisición de vivienda nueva en proyectos ubicados dentro de su jurisdicción, lo que abre una ventana adicional de apoyo para los compradores.
En el caso de no contar con el valor de la cuota inicial, un crédito hipotecario aprobado o el subsidio asignado, una alternativa es reservar un proyecto con entrega a futuro (24 meses o más). De esta manera, es posible aprovechar ese tiempo para pagar la cuota inicial de forma progresiva, organizar las finanzas y fortalecer el perfil crediticio, logrando así que, llegado el momento, el crédito hipotecario sea aprobado. Durante este periodo también se puede adelantar el paso a paso requerido para que la caja de compensación asigne el subsidio correspondiente.
Lo más importante es contar con una asesoría especializada para que los compradores puedan prepararse de forma adecuada durante el tiempo previo a la entrega de la vivienda. Algunas organizaciones como Constructora Maring han incorporado este acompañamiento como parte de su servicio, ofreciendo orientación en la organización financiera, el fortalecimiento del perfil crediticio y la gestión de trámites para la postulación y asignación de subsidios.
Este tipo de apoyo permite que, al momento de la escrituración, los compradores cuenten con las condiciones necesarias para concretar el cierre financiero, sin que sea imprescindible disponer de todos los requisitos desde el inicio del proceso.
Sin embargo, Marin advierte que para aprovechar estas oportunidades es indispensable preparar las finanzas personales con anticipación. Esto incluye soportar los ingresos de manera formal —especialmente en el caso de los trabajadores independientes—, evitar reportes negativos en centrales de riesgo como Datacrédito o TransUnion y mantener las obligaciones financieras por debajo del 60% de los ingresos mensuales.
“El puntaje crediticio sigue siendo un factor determinante para el acceso a financiación, lo ideal es contar con un score superior a 600 puntos, aunque algunos bancos evalúan casos con menor puntaje dependiendo del perfil económico”, agrega el directivo de Constructora Maring.
En Colombia, donde solo el 35,4% de los hogares tiene vivienda propia, según el Dane, la suspensión de Mi Casa Ya obliga a explorar otras rutas, pero no cierra las puertas a la casa propia. “No tengan miedo a comprar vivienda nueva. Hay subsidios que siguen vigentes, bancos más flexibles y proyectos diseñados para ajustarse a la realidad económica de las familias. La clave está en organizarse con tiempo y tomar decisiones financieras inteligentes”, concluye Marín. Para muchos, el reto no está en la falta de opciones, sino en saber identificarlas y aprovecharlas antes de que desaparezcan.
FUENTE: https://www.portafolio.co/mis-finanzas/vivienda/tras-suspension-de-mi-casa-ya-impulsan-facilidades-financieras-para-comprar-vivienda-638134